El Angulo Oscuro

D e m e    u n    P e n i q u e

martes, septiembre 09, 2008

No sabría decir si fué primero la gallina o el huevo, o la necesidad antes de la necedad. El caso es que a la vez se juntaros unas cuantas cosas:

a) Mi cada vez mayor rechazo a coleccionar cosas y las ganas de librarme de ellas en plan zen (cuanto menos más libre). Entre ellas una colección de pelis de DVD y de juegos de la Wii que ya no veía ni usaba y que además no sé dónde meter ahora que no tengo casa propia y molesta (no es el detalle más importante en sí pero algo también a tener en cuenta).

b) Mis mareos en las clases de japonés que finalmente parece que son debidos a mi espalda las cervicales chungas y que mitigo con las visitas al fisio dejándome un vellonaco de pasta por cada sesión (30 euros cada una, y ya llevo dos, ergo 60 euros, no está mal para los precios que hay en este sector, pero es una pasta que no esperas gastarte).

A esto le añado un detonante, mi sobrino Manu me dijo que conocía sitios en los que se podían vender las pelis y los juegos y daban lo suficiente para que mereciera la pena el paseo cargado.

Así que venía yo meditando esto de acercarme un día a vender todo lo que pudiese y más, sobre todo después de la segunda sesión de fisio, que ya acumulan 60 euros en sus cuentas de agosto (muy bien invertidos porque son muy profesionales, pero ahí están y no en mi bolsillo); y dicho y hecho: ayer me armé de valor, metí los 40 deuvedés que quería finiquitar en una bolsa de viajes, más unos 5 juegos de Wii y al centro de Madrid que me fui.

Hace unos días ya pasé por delante de un sitio en el que vendí un par de pelis de prueba para ver cuánto daban. Me soltaron dos euros por cada una. Así que fui directamente a ese sitio, pero esta vez no hubo suerte:

- Yo (cargado cual top manta): "buenas que traigo pelis pa vender"
- Tendero de la tienda de compra-venta: "huy, pues hasta las siete no tenemos dinero"
- Yo (para mis adentros): "cómo asíiiiiiiiiii..."

Mal empezamos, eran las seis menos diez y estaba con la espalda destrozada de nuevo con todo ese bultaco de pelis encima. Le dije que si no podía ver si podía ser antes... llamó a los jefes y nanay... así que me fuí a la aventura diciendo "bueno, pos si eso ya vuelvo aluego"...

Así que me fui Calle Arenal abajo, con mi bolsaca encima, como un vendedor furtivo entre personas anunciando compra-venta de oro en las calles y algún policía local a la sombra. Me sentí raro llevando encima tanta cosa, me sentí "vigilao".

Subí todo Preciados, porque el otro día me dijo el de la tienda que hoy no estaba que había un sitio donde compraban juegos de Wii... pero no encontré dicha tienda y eso que subi y bajé todo Preciados mirando puerta por puerta (con el consecuente mosqueo de la gente, porque ya por entonces estaba todo sudaíllo y con los pelos alborotados y la espalda bien jodida one more time).

Tras el fracaso, volví de nuevo hacia Arenal, pero esta vez decidido a tomarme algo en el Starbucks hasta que fuesen las siete. Justo antes de llegar a la puerta mire en una bocacalle de una callejuela paralela a Arenal al lado del Starbucks y ¡oh milagro! había una tienda de compra-venta de pelis y juegos... ahí, todo a la vez... Entré y fue todo de maravilla. Controlan todo: miran uno por uno los códigos de barras, y sólo pillan las pelis que no están rayadas, y de las que no tienen mucho stock. Si hay alguna que tienen muchas no te la pillan aunque esté bien. Delante de mi una señora con un traje de lo más alernativo acababa de vender un triste juego del cual no tenía pinta de ser adicta, aunque a decir verdad, para sospechoso yo que parecía que había alunizado contra un Blockbuster por la bolsaca de pelis que llevaba. Me libraba por dos cosas: que ya no hay blockbusters y que las pelis eran de hace 5 años todas... XD Finalmente, conseguí colocar 29 de las 40 pelis, que más las dos del otro día, hacían 31 pelis colocadas. Esta vez un poco más baratas, a 1,20 euros la peli, si bien es cierto que la tienda tiene una buena política: si en vez de metálico te dan vales de la tienda te dan más dinero por cada peli o juego (porque lo vas a reinvertir en la tienda... buena política de fidelización). Después saqué los juegos de Wii y me los pagaron bien, a unos 6 euros cada uno, dependiendo del caso unos más otro menos, pero en total saqué por ellos unos 25 euros (eran 3). Tuve que enseñar el carné de identidad y firmar en su libro de control. Todo muy legal y para evitar que los artículos sean de "origen dudoso".

Una vez quitado la mayor parte del peso de la bolsa, ya me dije, "pues vamos a cotillear ya un poco más" y me acerqué a la famosa "La Metralleta" a ver si los que no había vendido tenían alguna posibilidad ahí. Al principio pensé que sólo pillaban dvd's de música. Así que saque el "Rattle and Hum" en dvd y se lo quedaron. Ya hacen en total 32 pelis colocadas. Pero cuando saqué las pelis-pelis restantes, se me quedó mirando con asco y dijo "mira, te digo la verdad, esque no me interesa ninguna de las que tienes"... así que me las enfundé y acabé por fin mi aventura de vendedor de segunda mano.

Al salir de La Metralleta, un colega heavy me preguntó que qué pelis llevaba (porque oyó mi conversación) porque a su novia le molaban las pelis de terror, pero todas las que me quedaban ya las había visto (La noche de los muertos vivientes, House on Haunted Hill, y otras así) así que nada, pero al menos estuvo curiosa la anécdota final.

Resumiendo: saqué 65 euros contra 60 euros de dos sesiones de fisioterapeuta para la espalda, más 1,4 euros del metro de ida y vuelta a mi casa de ese día. Es decir, 3,6 euros de margen positivo. Claro que con el dolor de espalda del viaje, no sé yo si más que ayudar he jodido de nuevo mi espalda con toda la movida... XD

Y ahí acabó mi cutre-aventurilla por esos mundos dejados de la mano de Dios. He de decir que pese a que iba por probar y por interés, ves que hay gente que lo hace por necesidad (algunos pocos por coleccionismo: vendo, compro, me ahorro unos euros y así voy viendo pelis o jugando juegos) y en circunstancias poco claras... es un mundo un tanto frontera y gris (algo así como el Cobo Calleja cuando compraba artículos de exportación a los chinos). Merece la pena echarle un vistazo y saber que está ahí, pero ojalá nunca dependamos de él para sobrevivir.

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